domingo, 22 de junio de 2014

"Los enamoramientos". Javier Marías.



Hace poco estuvimos en Bath, al sur de Inglaterra. Entré en una librería bastante grande, a comprar un libro en inglés para mi hija. Y ya de paso, aproveché para echar un vistazo a los libros que vendían, y si había alguno de autor español. Tenían una estantería completa, de arriba a abajo, dedicada a Jane Austen (vivió allí gran parte de su vida), pero no vi libros de autores españoles. Cuando ya salía de la tienda, me fijé que a la entrada, había una mesa con libros, y cuál fue mi sorpresa que había dos torres con dos autores españoles: uno, Eduardo Mendoza, y el otro, Javier Marías, con "Los enamoramientos" (traducido como "The infatuations"). Me gustó verlos, en medio de tanto libro en inglés. Paseando luego por otra calle, en el escaparate de otra librería, tenían un póster bastante grande con "The infatuations". Decidí buscarla en España y leerla.


Es una novela que me ha ido gustando a medida que la leía. La historia tiene algunos detalles que  en mi opinión no son muy verosímiles, (como el hecho de que una conocida tan sólo "de vista" te invite a su casa y te cuente sus intimidades), pero de alguna manera hay que trabar a veces el argumento.


Me ha dado la impresión de que está escrita desde el desencanto y el desconsuelo, con una concepción del amor un tanto desarraigada y pesimista  (o realista bien informado, no lo sé). Aprovecha el autor el argumento para exponer sus opiniones sobre el estado del enamoramiento, sus fases, qué pasa en el desamor y cómo el tiempo hace diluir los sentimientos.


La protagonista, María, se ve envuelta en una truculenta historia donde se mezcla un matrimonio muy bien avenido, que destila amor allá donde va (a ella le encantaba observarlos discretamente mientras desayunaba en la misma cafetería que ellos, en la pausa de su jornada laboral) , un trágico asesinato, un romance, y dos versiones de los hechos. Hasta el final de la novela no se desvela cuál es la verdadera, y esto lleva a que María se debata internamente entre la duda y la certeza, estando en juego que su amante sea inocente o culpable del asesinato.

El argumento me ha hecho recordar  la teoría jurídica del delito, que se estudia en Derecho Penal. ¿Qué calificación tiene hablar mal de alguien a otra persona, estando ésta última un tanto trastornada, por si hay suerte y tras "calentarle la cabeza", la mata? ¿Y si encima le facilita el arma y motivos suficientes para matarla, pero sin decirle claramente que la mate?

En cuanto a las disquisiciones sobre el amor, se podrían señalar unas cuantas, con las que se puede estar o no de acuerdo. Una muestra:

"Nos hacen mucha gracia muchas personas, nos divierten, nos encantan, nos inspiran afecto y aun nos enternecen o nos gustan, nos arrebatan, incluso nos vuelven locos momentáneamente, disfrutamos de su cuerpo o de su compañía o de ambas cosas, como me sucede contigo y me ha sucedido otras veces, unas pocas. Hasta se nos hacen imprescindibles algunas, la fuerza de la costumbre es inmensa y acaba por suplir casi todo, incluso por suplantarlo. Puede suplantar el amor, por ejemplo; pero no el enamoramiento, conviene distinguir entre los dos, aunque se confundan no son lo mismo... Lo que es muy raro es sentir debilidad, verdadera debilidad por alguien, y que nos la produzca, que nos haga débiles. Eso es lo determinante, que nos impida ser objetivos y nos desarme a perpetuidad y nos haga rendirnos en todos los pleitos, como acabó rendido el Coronel Chabert ante su mujer en cuanto volvió a verla a solas, te hablé de esa historia, te la leíste."


Las referencias a autores clásicos como Balzac, Dumas y Shakespeare están muy bien relacionadas con la historia, sobre todo en lo que atañe a la muerte y sus consecuencias. "El Coronel Chabert", de Balzac es mencionado a menudo y al autor le sirve para hacer un paralelismo con la historia, al igual que hace, aunque en menor medida, con Los tres mosqueteros y McBeth.

Resumiendo, una historia muy reflexiva, narrada por una mujer treinteañera, María, que nos va desgranando sus pensamientos con bastante retórica y dándole muchas vueltas a los hechos en los que se ve envuelta. Una reflexión sobre el amor, el desamor, la muerte, cómo reaccionamos ante la de un ser querido, la impunidad de muchos delitos, lo justo y lo injusto de la vida...

No puedo decir que no me haya gustado. La he leído con gusto y no me ha llegado a aburrir como he leído en otras críticas. El estilo no me ha resultado pedante, sino bastante depurado, correcto.

A pesar de que me ha gustado, debo reconocer que le veo varios defectos:

Es bastante reiterativo en algunas disquisiciones, repitiendo la misma idea a lo largo de la narración. También me chocó al principio el estilo "todo seguido" de reflexión de la protagonista, María, que es prácticamente el mismo para el resto de los personajes.
Ideológicamente, no profundiza en lo que es el amor ni el estado de enamoramiento, ni tampoco nos cuenta nada nuevo sobre la muerte ni sobre el devenir de la vida, a pesar de ella. Son simplemente reflexiones, muy sombrías en mi opinión, que todos podemos tener en determinados momentos de nuestra vida. ¿Quién no se ha dado cuenta de lo efímera que es la vida, que en un instante se puede acabar, tanto la propia como la ajena? Tal vez no se pueda pedir más, es simplemente y tan sólo una novela, con una sencilla trama. Lo mejor, tal vez, es que te hace reflexionar y compartir, o no, su concepción del amor, de la muerte, de lo justo y de lo injusto. 




Fecha de publicación:  2.011

El autor:

Nacido en Madrid, en 1.951. Actualmente es miembro de la Real Academia Española










Fragmento:

"En la noche de mi habitación, ya acostada frente a mis árboles siempre agitados y oscuros, antes de cerrar los ojos para dormir o no, lo tuve claro y así me lo dije: "Ahora ya sé que no veré más a Javier, y es lo mejor, pese a que me esté entrando ya la añoranza de lo bueno que había, de lo que me gustaba tanto cuando iba allí. Eso se terminó, antes de hoy. Mañana mismo iniciaré la tarea de que deje de ser una criatura y se convierta en un recuerdo, aunque sea, durante algún tiempo, un recuerdo devorador. Paciencia, porque llegara un día en que no lo será".


lunes, 9 de junio de 2014

"El Elegido". Thomas Mann.






Sólo por el autor, merece leer el libro. Éso fue lo que me dije cuando empecé a leer "El Elegido".
Hace muchos años, bastantes diría yo, leí "La montaña mágica". Me gustó muchísimo, (a pesar de que me defraudó el desenlace).
"El Elegido", sin embargo, no tiene nada que ver con  "La montaña mágica". El argumento es muy diferente, así como la época. Recoge una leyenda del siglo XII, sobre cómo llegó a Papa Gregorio V.
Como siempre, no me gusta desvelar apenas nada del argumento. No me gusta destripar libros y en los resúmenes se cuelan siempre datos que desvelan gran parte de la trama. Así que sólo diré que los grandes rasgos que definen esta novela son, principalmente, unos amores incestuosos y cómo lidian sus personajes con su conciencia.

La historia es narrada por Clemente el Irlandés, un religioso, que narra todos los pormenores desde su punto de vista pero sin perder la objetividad. Este narrador, hace su presentación en el primer capítulo, titulado "Quién toca las campanas", donde alude al "espíritu de la narración". Este primer capítulo es genial, y explica lo que es tal espíritu, que es el que hace que suenen todas las campanas de Roma a la vez sin que haya nadie que las mueva. 

Es una novela que, en el fondo, invita a la reflexión sobre la naturaleza humana, de su imperfección y de lo común que es caer en las tentaciones; que nadie queda libre de pecado, en mayor o menor medida, y que el arrepentimiento y la penitencia tienen un protagonismo importante.

Además, tiene el gran mérito de contar con el punto de vista de él (Grigors) y el de ella (Sibila), ambos culpables y ambos presos de gran carga. Dolor y sufrimiento. El peso de la moral, frente a los sentimientos. Y todo ello sufrido por personajes creyentes de la fé católica.
Es un canto al perdón y a la indulgencia. Y hace reflexionar sobre lo que somos y sobre la gran importancia que tienen nuestros actos, no sólo en los demás, sino sobre todo, en nosotros mismos. 

Lo sobrenatural está muy presente, pues hay partes de la historia que escapan a la razón y la lógica. Y es que no deja de ser una antigua leyenda. Pero Thomas Mann la transforma en una obra de arte.
La narración es ágil y el narrador anticipa en cierta manera el desenlace, pero no lo desvela del todo, lo que hace querer leerlo hasta el final.
En cuanto al estilo, es perfecto, barroco y elegante. Es un libro para leer despacio y disfrutar con su magia.

Fecha de publicación: 1.951


El autor:


Merece la pena leer la biografía de Thomas Mann. (1.875 - 1.955). Alemán nacionalizado estadounidense. Con una vida amorosa orientada hacia la homosexualidad, finalmente se casó con Katia y formó una familia.
Obtuvo el Premio Nóbel en 1.929.
Detractor de Hitler,se exilió a Estados Unidos.

Biografía Thomas Mann en wikipedia






Fragmento:

"¿Quién toca las campanas? No son los campaneros. Han corrido a la calle como todo el mundo al oír el sonido atronador. Convenceos: los campanarios están vacíos. Flojas cuelgan las cuerdas y sin embargo las campanas vibran, los badajos golpean. ¿Habrá que decir que nadie las toca? No, sólo una cabeza agramatical, sin lógica, sería capaz de afirmarlo. "Tocan las campanas", es decir, alguien las toca, por vacíos que estén los campanarios. ¿Quién toca, pues, las campanas de Roma? El espíritu de la narración."

lunes, 2 de junio de 2014

"La ladrona de libros". Markus Zusak



En primer lugar, debo decir que éste ha sido uno de los pocos libros que dejé de leer al poco de empezarlo. Ya sabía de antemano que era sobre la Alemania nazi, así que con esa premisa, la tragedia está asegurada, y hay que tener hecho el cuerpo. Pero no me esperaba que la narradora de la novela era la Muerte. Para mi estado de ánimo, no me seducía mucho la idea, así que cuando encima leí que el primer libro que roba la ladrona es "El manual del sepulturero", cerré el libro, y me dije que lo leería en otra ocasión, más adelante.

Sin buscarlas, me topé con varias críticas y opiniones sobre esta novela. Todo el mundo la ponía muy muy bien. Y me dije, venga, vamos a darle una segunda oportunidad. Y la leí. Con cierta desgana al principio, pero me fui metiendo en la historia.

Tenía reciente "El emblema del traidor", de Juan Gómez Jurado, que me gustó, y también va de nazis. Pero desde una óptica muy diferente. Aquí se ve desde la óptica de una niña y su mundo: sus padres de acogida y su gran amigo Rudy.

Fastidia un poco, a mí por lo menos, que la narradora haga varios flash forward (lo contrario de los flash back, o sea, que te desvela el futuro), sobre todo cuando desvela el final de Rudy.

A medida que iba leyendo, me iba encariñando con los personajes. Liesel, Rudy, Hans, Rosa, Max...el sótano, el acordeón,  la sopa de guisantes, el beso tantas veces negado, las palabras suakerl y saumensch, el personaje secundario de la esposa del alcalde... No sabría decir por qué detalles en concreto, pero Hans me ha recordado mucho al personaje que interpreta Begnini en  La vida es bella. 


El tema del holocausto es tratado de forma secundaria. Está ahí, pero se hace más hincapié en la vida cotidiana de varias familias alemanas, a las que sorprendió la guerra y el régimen hitleriano.

Los personajes son entrañables. Hasta Rosa, que al principio me pareció un bicho, al final te das cuenta del gran corazón que tiene. 

Mientras leía,  y debido sobre todo a mis reticencias iniciales, le iba viendo inconvenientes a la novela: la impertinencia de la muerte, sus adelantos en la historia... pero hay una gran cosa que ha hecho que mi opinión final sea buena: la historia ha conseguido que al final se me humedezcan los ojos. Y si una novela consigue no dejarte indiferente, ya es mucho. 
La historia es dura, cruel, como lo fue la realidad, pero es también muy tierna y humana. Te hace llegar a la conclusión de  que en las peores circunstancias, el ser humano es capaz de sacar lo mejor de sí mismo.


Autor:

 Nacido en 1.975 en Sidney.












Fecha de publicación:  2.006.

Fragmento:

"Ví a la ladrona de libros en tres ocasiones. 
Sí, la recuerdo a menudo y conservo su historia en uno de mis múltiples bolsillos para contarla una y otra vez. Es una más de la pequeña legión que llevo conmigo, cada una de ellas extraordinarias a su modo. Todas son un intento, un extraordinario intento de demostrarme que vosotros, y la existencia humana, valéis la pena."