martes, 19 de mayo de 2015

"El maravilloso mago de Oz" Lyman Frank Baum.

 
 
 
Una lectura para renovar la mente. Para eliminar pensamientos negativos, para pensar que siempre puede haber una solución, por muy complicadas que parezcan las cosas. Así nos hace sentir y pensar Dorothy, que pasa por tantas aventuras y tantas dificultades en su sorprendente camino hacia el país de Oz y la vuelta a su hogar.
 
Los personajes son de sobra conocidos por todos, el león cobarde, el leñador de hojalata al que le falta el corazón, el espantapájaros que no tenía cerebro... y fantásticos son todos los seres que van apareciendo en  la historia...
 
El Mago de Oz sorprende por lo que en realidad resulta ser, (no desvelo nada, pero es una de las grandes sorpresas de la novela, y donde más interpretaciones se pueden sacar), así como la figura del mal, personificada en las Brujas (del Norte y del Sur), y sus distintos modos de ser neutralizadas.
 
Dorothy encarna el optimismo y el continuo esfuerzo. La novela al parecer tenía un doble significado, de tipo político, que debo reconocer que casi prefiero no saberlo. La historia es dulce y bonita sin necesidad de transfondos de ningún tipo (y sin encima son políticos, menos) Así que me quedo con la narración tal cual, sin dobles interpretaciones.
Es un libro para niños, pero que un adulto la puede saborear perfectamente sin tener la sensación de estar leyendo una novela infantil.
 
 

El autor:   Lyman Frank Baum.
(1.856-1.919)   
 
Es curioso que el nombre del autor de una obra tan conocida no lo sea tanto.
Estadunidense, sus grandes pasiones fueron el teatro y el periodismo.
Su primer gran éxito literario fue "Padre pato".
Con el Mago de Oz ha pasado a la posteridad, siendo una de las obras literarias que más adaptaciones ha tenido, habiendo sido llevada al teatro y al cine. Escribió 13 novelas más sobre el mago de Oz, siendo la primera la más conocida.

Biografía de Lyman Frank Baum


Año de publicación:   1.900


Fragmento:

"Al principio, Dorothy y sus amigos quedaron deslumbrados, aún con los ojos protegidos por las gafas verdes, por el brillo de la maravillosa Ciudad. Sus calles estaban flanqueadas de bonitas casas, todas ellas construidas con  mármol verde y tachonadas por doquier de centelleantes esmeraldas. Iban por una calzada pavimentada con el mismo mármol verde, y por donde los bloques se unían, relucían a la luz del sol  unas juntas de esmeraldas engastadas una con otra. Los cristales de las ventanas eran verdes. Incluso el cielo encima de la Ciudad tenía un tinte verde, y los rayos del sol eran verdes."




 "Creo que los sueños, sueños diarios, ya sabes, con los ojos bien abiertos y la maquinaria del cerebro zumbando, es probable que conduzcan a la mejora del mundo".  Lyman Frank Baum.